Denarius es el nombre en latín de una moneda acuñada en plata, de amplia circulación en todo el territorio del Imperio Romano, conocida por nosotros como denario.
Su vigencia como unidad monetaria se extendió increíblemente por un poco más seis siglos, desde el año 268 A.C. hasta el 360 D.C. Al inicio se dividía en diez ases (la cual era una moneda de cobre) de donde proviene su nombre, ya que denarius significa “que contiene diez”, por lo que la letra “X” que en la numeración romana representa la decena estaba impresa en una de sus caras. Posteriormente un denario era valorado en 16 ases, y la X se hizo acompañar de la V y la I para representar dicha cifra (XVI) en la moneda.
Debido a su popularidad y uso tan extendido en tiempo y espacio durante el Imperio Romano la palabra denario se emplearía luego no sólo para referirse a una moneda en particular sino a gran cantidad de especies numismáticas y pasados los años serviría para referirse no a las piezas metálicas en si sino al concepto más abstracto de medio de cambio y riqueza; siendo con esta acepción, como denarius daría origen al vocablo DINERO en el idioma español.
Algo parecido a lo que sucede en Venezuela cuando en algunas regiones, como Zulia y Falcón por ejemplo, usan el nombre del metal con que se acuñaban antiguamente las monedas para referirse al dinero en general: “No tengo cobres”, dicen los corianos para negarle a un niño una golosina. En otras zonas del país escucharemos “no tengo plata” seguido del llanto del chamito.
Igualmente de denarius nace la palabra dinar que es como se llama en la actualidad la unidad monetaria de los siguientes países:
● Argelia: el dinar argelino
● Baréin: el dinar bareiní
● Irán: el rial iraní se divide en 100 dinares
● Irak: el dinar iraquí
● Jordania: el dinar jordano
● Kuwait: el dinar kuwaití
● Libia: el dinar libio
● Macedonia: el dinar macedonio
● Serbia: el dinar serbio
● Túnez: el dinar tunecino
Incluso el grupo terrorista Estado Islámico proyecta la creación de una moneda en los territorios ocupados por ellos denominada dinar islámico. La misma pretende ser la unidad monetaria del califato y su diseño es fiel a los preceptos de la sharia al no reproducir figuras de animales ni de personas, de acuerdo a lo difundido por los yihadistas en el año 2015.
El denario, como moneda, protagoniza algunos episodios antológicos del Nuevo Testamento:
En Mateo capítulo 22, encontramos a Jesús siendo puesto a prueba por los fariseos y diciendo:
19. Enseñadme la moneda con que se paga el tributo. Y ellos le mostraron un denario. 20. Y Jesús les dijo: ¿De quién es esta imagen y esta inscripción? 21. Respóndenle: Del César. Entonces les replicó: Pues dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios.
Los romanos exigían el tributo a los habitantes del imperio en denarios, era la moneda de la capitación. Desde Julio César se institucionalizó grabar el retrato del emperador, aún en vida, en una de las caras de la moneda, costumbre propia de los reyes bárbaros hasta entonces. Jesús nació siendo emperador Augusto pero el episodio al que nos referimos ocurrió ya estando Tiberio en el trono de Roma, por lo que fue seguramente su rostro el visto por el que dijo: Del César.
¿RECUERDAN AL BUEN SAMARITANO? Fueron dos denarios los que éste dio al dueño del mesón para que cuidara del judío herido y robado de camino a Jericó (Evangelio de Lucas, capítulo 10, versículos del 30 al 37).
Por una parábola cristiana sabemos también que un denario era la paga a los jornaleros por un día de trabajo en esa época.
Mateo Capítulo 20:1-2:
“Porque el reino de los cielos es semejante a un hombre, padre de familia, que salió por la mañana a contratar obreros para su viña.
Y habiendo convenido con los obreros en un denario al día, los envío a su viña”.
Si un denario era el pago por un día de labor, definitivamente el perfume de nardo puro conque fue ungido Jesús por María, hermana de Lázaro, era muy costoso. Judas Iscariote protestó el gesto, argumentando que pudo haberse vendido el perfume por 300 denarios (casi el salario de un año de trabajo). El traidor sabía de dinero, de hecho era el que llevaba la bolsa de la comunidad, sospechamos que no sin aprovecharse, y sintió que se le escapaban esas monedas (Evangelio de Juan, capítulo 12, versículos del 3 al 6).
Denario, dinar, dinero… Al escuchar las palabras pocas veces imaginamos que ocultan más de lo que significan.
NOTA: Agradecemos la colaboración de éste artículo al Econ. H. J. Jiménez, @13CarpeDiem13 . Les invitamos estimados lectores enviar aportes sobre La interesante moneda Denario a yoskira@monedasdevenezuela.net
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