CONSECUENCIAS DE UNA DEVALUACIÓN
Como vimos en la primera parte de este artículo la devaluación de la moneda responde principalmente a desequilibrios en la economía de un país lo que hace necesario el ajuste del tipo de cambio en la búsqueda del restablecimiento de los valores cesados de las diferentes variables económicas.
La devaluación es un instrumento de política monetaria a la cual muchas veces se recurre con premeditación para mejorar la competitividad (vía precio) de los productos nacionales de exportación, ya que los abarata con respecto a sus competidores al permitir a sus clientes internacionales, actuales o potenciales, comprar con la misma cantidad de divisas una mayor cantidad de productos.
La devaluación además de abaratar los productos de exportación provoca igualmente el encarecimiento de los productos importados, porque para comprarlos se deberán destinar mayores cantidades de moneda local por cada unidad de divisa. Si la economía depende en un alto porcentaje de las importaciones para abastecerse esto implicará inevitablemente un incremento en el índice de precios internos. Sin embargo, si el aparato productivo nacional está en condiciones de responder al aumento de la demanda, podría pensarse en la oportunidad de redirigir el consumo interno a bienes y servicios del país, ya que se abaratarían en relación a los foráneos.
El turismo nacional puede beneficiarse ya que los viajeros extranjeros verán que sus divisas compran una mayor cantidad de productos y pueden alargar su estadía en los hoteles unas noches adicionales. Por otra parte los habitantes de la nación que devalúa verán que viajar al exterior es más costoso porque su moneda compra menos dólares y en consecuencia podrían decidir pasar sus próximas vacaciones en su mismo país, por lo que el sector turístico podría beneficiarse doblemente de esta medida (para ello claro está la oferta al viajero internacional y nacional deberá ser atractiva tanto en servicios, infraestructura y seguridad).
A pesar de estos “beneficios” mencionados (aumento de las exportaciones y del turismo) abusar de la devaluación para ganar competitividad entraña sus riesgos ya que puede traer como consecuencia un incremento en la tasa de inflación, entre otros perjuicios, lo que implicaría sacrificar a toda la economía para beneficiar a algunos sectores. Por lo que una medida tan delicada debe aplicarse con mucho criterio.
Por ejemplo, quienes reciben rentas del exterior, como remesas, pensiones, intereses o tienen ahorros e inversiones en divisas ven mejoradas sus posiciones al monetizarlas en sus países. Pero en caso de haber expectativas de futuras devaluaciones tendrán incentivos para no repatriar su capital sino todo lo contrario, lo que aumentará la demanda interna de divisas como instrumento de ahorro para preservar el patrimonio familiar, produciendo un efecto de depreciación de la moneda local, lo que podría provocar nuevas devaluaciones.
Ante el aumento de la demanda de divisas como instrumento de ahorro e inversión, lo que se conoce como fuga de capitales, dada la desconfianza o el deterioro del valor de la moneda local producto de la inflación. Los bancos centrales pueden combinar las medidas devaluacionistas con otras medidas como por ejemplo el aumento de las tasa de interés pasivas (la que paga el banco por los depósitos) para hacer más atractivo el ahorro interno, pero el aumento de la tasa pasiva obligará posiblemente al aumento de la tasa activa (la que cobra el banco por los créditos que otorga) encareciendo los nuevos préstamos y el servicio de las deudas ya contraídas.
Una devaluación abarata los costos de producción internos al hacer más económico el pago de la mano de obra local con respecto a los de otras economías con moneda mas fuerte. Igualmente los pagos de bienes y servicios en moneda local (sobre todo en las industrias exportadoras) resultarán menos costosos luego de la devaluación. Pero por otra parte las empresas multinacionales verán afectada la repatriación de capitales a sus casas matrices ya que sus ganancias en moneda local se traducirán en menos divisas, lo que es conocido como perdidas cambiarias.
Devaluaciones fuertes o frecuentes perjudican la imagen de los países frente a sus vecinos fronterizos o a sus competidores en el mercado de los productos de exportación. http://www.monedasdevenezuela.net/articulos/devaluacion-de-la-moneda-causas-y-consecuencias-parte-ii/
Este articulo se publico primero en Monedas de Venezuela
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